viernes, 22 de noviembre de 2013

El barranco de Badajoz



Stonehenge, el triángulo de las Bermudas, los montes de Arizona son lugares cargados de un misticismo más que reconocido en el mundo entero donde no dejan de producirse fenómenos extraños. Sin embargo y a pesar de la fama que tienen estos lugares la realidad es otra muy distinta si la comparamos con el barranco de Badajoz ubicado en la isla de Tenerife, en el municipio de Güimar.

Quién podía pensar que entre sus estrechos senderos y su maravilloso y extenso paraje podían acumularse una cantidad abrumadora de fenómenos extraños. Sería empresa casi imposible recoger todos los distintos sucesos que se han producido en este misterioso lugar y solo recalcaré aquellos sucesos con mayor relevancia parapsicológica.

Los seres blancos

En 1912 dos trabajadores de las galerías de agua de Izaña que se encuentra en el cauce del barranco de Badajoz procedían con total normalidad con su labor cuando la pared que estaban excavando se les vino abajo de sopetón descubriendo así una amplísima galería desconocida. Fue en ese preciso instante cuando lo imposible se presentó ante ellos. Tres seres luminosos, que sin lugar a dudas no eran ninguno de sus compañeros, se acercaban poco a poco a ellos como si levitasen sobre el suelo. Los dos trabajadores salieron huyendo como alma que lleva el diablo para dar parte de lo que vieron a la Guardia Civil. Horas más tarde volvieron al lugar de los hechos donde la galería descubierta estaba en completa oscuridad sin ninguna presencia en ella ni rastro alguno.

Seres alados

En el año 2005 tres amigos llevaron a cabo una expedición recogida milimétricamente sobre un cuaderno de campo que exponía todo lo que vivieron los tres excursionistas. relataban que mientras que descendían por el sendero tenían todos la sensación de que algo revoloteaba sobre sus cabezas, simultáneamente en muchas ocasiones agachaban a la vez las cabezas por miedo de que algo chocase con ellas. El aleteo de algo que aún no podían ver se agolpaba justo encima de ellos. La oscuridad los bañaba completamente y solo podían servirse de la luz que procedía de sus linternas. Alumbraban una y otra vez al cielo para poder iluminar lo que volaba por encima de ellos, al rato a aquellos misteriosos aleteos lo acompañaron los llantos de un niño, graznidos profundos y extraños que llegaron a asustar considerablemente a los excursionistas. Son multitud de testigos que afirman haber vivido una experiencia similar.

Apariciones ovni


El barranco de Badajoz es uno de los grandes puntos de peregrinación ufológica no solo de España, sino del mundo. Rayos verdes que recorren de punta a punta el barranco, extrañas luces que moran a su antojo en el cielo cambiando el rumbo vertiginosamente y triángulos perfectamente alineados que surcan los cielos son algunos de los muchísimos testimonios que hay de avistamientos ovni del lugar.

 

  
La historia de la niña de las peras

Todo ocurrió en el año 1905, unos padres mandaron al barranco a su hija para que recogiera fruta para después de la comida. Inesperadamente la niña desapareció sumiendo en un gran revuelo a todo el municipio. Los rastreos fueron incesantes y numerosos de rincón a rincón sin ni siquiera conseguir alguna pista.

Lo más impactante ocurrió tres décadas posteriormente a la desaparición, cuando la niña apareció de repente con el mismo aspecto, sin haber envejecido nada. Lo que para todo el mundo fueron tres décadas para la niña, según contaba ella fueron 15 ó 20 minutos. La niña contaba que mientras que recogía la fruta vio a un ser muy alto, vestido de blanco que llamó su atención. La niña en ningún momento sintió escalofríos, ni miedo, sino todo lo contrario, una plena confianza por lo que accedió a la invitación del extraño ser para que la acompañase.

Entraron en una cueva donde descendieron por una extraña escalera que conducía a un desconocido jardin donde había más seres de blanco como aquel. La niña charló con aquellos seres durante un rato hasta que el primero la volvió a acompañar hasta el lugar donde recogía la fruta.

Los vecinos quieren perder el recuerdo en el más profundo silencio y ni tan siquiera existe ya el parte de denuncia de los padres sobre la desaparición. Lo que había parecido ser una charla de apenas 20 minutos se había convertido en 30 años que estuvo desaparecida la niña de las peras.

Fotografias enigmáticas

Otra historia más actual, verano de 1991, sobre la fenomenología del barranco, la podemos encontrar de mano del fotógrafo Teyo Bermejo. Una noche, en pleno barranco con unos amigos, sintieron la presencia de algo que se movía alrededor del grupo. Teyo tomó la cámara y aunque no veía nada comenzó a disparar. El resultado fue una de las fotografías más enigmáticas de la historia de semejante lugar de leyenda.


Estos son algunos de los sucesos acontecidos en el misterioso barranco de Badajoz donde aún hoy siguen pasando multitud de sucesos inexplicables y seguirán mientras el misterio siga sin resolverse.