lunes, 4 de noviembre de 2013


El 22 de agosto de 1974 en la ciudad de Culver City, California, unos investigadores, Kerry Gaynor y Barry Taff, estaban dando una conferencia en una librería local sobre la investigación paranormal. Se les acercó un mujer de unos 30 años de edad llamada Doris Bither (cuyo verdadero nombre en la película es Carla Moran), vivía en una pequeña casa con su hija de seis años de edad, y sus hijos de diez, trece y dieciséis años. Bither les solicitó a los investigadores que visitaran su casa, alegando que el lugar estaba embrujado. En una entrevista posterior con los investigadores, ella admitió que había espíritus en su casa, produciendo golpes en las paredes, voces extrañas e incluso afirmó que había sido brutalmente golpeada y violada salvajemente por fuerzas invisibles extremadamente violentas.

Doris Bither, un caso paranormal sin precedentes

Taff y Gaynor inicialmente no creyeron la versión de Doris, principalmente debido a que el contacto físico con los espíritus u otro tipo de entidades es algo inusual y con frecuencia es una sensación fugaz, además que una fuerza lo suficientemente potente como para hacer lo que Doris explicó era algo inaudito, incluso en el mundo de la investigación paranormal. Sin embargo, Doris les dijo que los seres se le habían mostrado delante de otros testigos. Doris afirmó que había sido atacada en presencia de sus hijos, que incluso le dejaban moretones y marcas de mordidas en el cuello. Durante un ataque en particular, el hijo de Doris trató de intervenir cuando la oyó gritar, lanzándolo a través del cuarto, rompiéndose el brazo debido al ataque. Esto último llamó la atención de los investigadores, llevando los equipos de fotografía a la casa de Doris.

La investigación

Mientras Taff y Gaynor realizaban la primera visita a la casa, observaron que las luces de toda la casa parpadeaban, que según los investigadores eran los primeros fenómenos que observaban. Durante realizaban la primera entrevista al hijo adolescente de Doris en la cocina, los armarios se abrieron de golpe, ollas y sartenes se caían con violencia sin que nadie las tocara, además todos los presentes alertaron de algún tipo de presencia en el dormitorio. Las fotografías que fueron tomadas con una Polaroid no salían correctamente o simplemente salían blanquecinas. Sacaron inmediatamente a Doris de la casa para observar con asombro, que los fenómenos que estaban ocurriendo desaparecieron, las fotografías realizadas con la misma cámara con el mismo cartucho de película funcionaba con normalidad.

Fotograma de la pelicula

La investigación duró diez semanas, Doris describió horribles encuentros con los seres, una especie de hombre enorme acompañado por dos seres más pequeños que la sujetaban. Taff y Gaynor afirmaron haber visto la forma de una persona a partir de unas extrañas luces. En el famoso informe, más de 30 investigadores y así como Doris, estaban en el dormitorio pequeño. Equipados con material de grabación, Doris empezó a maldecir y a gritar a los espíritus. Para sorpresa de muchos, unas extrañas luces comenzaron a manifestarse por la habitación. Una niebla verdosa empezó a formarse en una esquina, girando y creciendo. En cuestión de segundos la forma del torso superior de un hombre comenzó a ser visible entre la niebla. Muchos testigos afirmaron que era una entidad masculina, muy grande y musculoso pero sin rostro. Un investigador se desmayó después de ver el increíble fenómeno.

Las cámaras de grabación fallaron y solo pudieron capturar la imagen de lo que parece ser un arco de luz flotando en medio de la habitación, así como algunos orbes de luz. Muchos expertos han revisado las fotografías en las que se muestra a Doris sentada en una cama, rodeada de investigadores y el arco de luz en el centro de la imagen. Al tratase de una habitación con esquinas, si alguien hubiese utilizado un proyector hubiesen habido dobleces en el arco y no lisa como se puede observar. Al finalizar la investigación, recomendaron a Doris mudarse debido la gravedad de la situación. La familia Bither se fue a vivir a San Bernardino, Texas, manteniendo el contacto con los investigadores. Lo que realmente no esperaban los investigadores era que los ataques no desaparecieron, Doris continuó siendo brutalmente asaltada.


“La tercera noche decidimos hacer la sesión en el dormitorio. Le pedí al ente que si realmente estaba allí que apareciese, y entonces la luz salió de la pared y se desplazó hasta el medio de la habitación. Empezó a girar y a expandirse en todas direcciones. Teníamos a nueve fotógrafos profesionales distribuidos por la habitación disparando sus cámaras desde todos los ángulos. Fue increíble, ¡esa cosa flotaba en medio de la estancia y era dimensional! Es imposible falsificar algo así sin disponer de sofisticados sistemas de laser”. Taff contó que en realidad había tres esferas de luz: una verde-amarillenta y dos de luz blanca. “Nosotros vimos bolas de luz. De algún modo las cámaras recogieron arcos luminosos… pero lo que nosotros vimos eran bolas de luz

Después de las sesiones en casa de Doris y sobre todo porque no habían podido hallar una respuesta clara y la condición de ella empeoraba, los investigadores trasladaron a Doris —quien a lo largo del caso habría de tener tres embarazos psicológicos— al laboratorio de la Universidad de California, donde se le hizo una especie de casa de cristal en la que, por cierto tiempo, Doris vivió constantemente vigilada por las lentes de las cámaras y los ojos de los doctores.

Fue allí donde en cierta noche tuvo lugar la más intensa y asombrosa agresión sexual de El Ente. Así, ante los numerosos presentes, el cuerpo de Doris empezó a moverse como si alguien, contra su voluntad, la sujetase y la empujase a la vez: era El Ente que, en aquella noche más que en ninguna otra, evidenció una naturaleza posiblemente humana en virtud de sus conductas sexuales pues, como queriendo dar show y lucirse, doblegó a la pobre Doris y la hizo realizar la posición del perrito, la del misionero y muchísimas otras posturas del Kamasutra. Lastimosamente, de aquella depravada sesión de acrobacias necrófilas no quedó nada pues las cámaras no lograron registrar nada con la contundencia suficiente como para hacer tambalear el ortodoxo juicio científico e inclinarlo hacia la hipótesis paranormal.

Al ataque anterior siguieron muchos otros. Entretanto uno de los psicólogos, en una sesión hipnótica, descubrió que Doris había sufrido abusos sexuales durante su infancia. A partir de allí el juicio de los investigadores se dividió en dos grandes bloques: por un lado, aquellos que creían que todo estaba en la mente de Doris, pasando desde grandes escépticos que se limitaban a explicaciones psiquiátricas rebuscadas hasta investigadores de mente abierta que adoptaban la hipótesis parapsicológica de que la mente de Doris había creado proyecciones energéticas que se plasmaban en la gama de fenómenos desconcertantes que habían visto; por otro lado, estaban aquellos que, en lugar de aferrarse a los excesos del ejercicio interpretativo, prácticamente tomaban la realidad tal cual se presentaba y afirmaban así que Doris era víctima de alguna identidad, sea esta un fantasma, un demonio o  un extraterrestre.

Los ataques aun continúan

Con el paso de los años Doris Bither, desapareció con su familia, pasó a la clandestinidad. En los últimos tiempos, algunos de los hijos han confirmado todo lo que ocurrió en la casa de Culver City. En un giro inesperado, mientras que vivía en San Bernardino, Doris sostuvo que se había quedado embarazada de la entidad. Sin embargo, los resultados médicos fueron más sorprendentes aun, un embarazo sin embrión.Cinco fueron en total las veces que Doris se mudó intentando huir de su perseguidor; cada vez se mudaba más lejos pero lo único que había conseguido era una disminución en la frecuencia de ataques. Aunque posteriormente, y de forma inexplicable, los ataques cesaron. Dice Gaynor (que mantuvo la comunicación con Doris) al respecto: “Parece que el ente la seguía a donde iba. Ella cada vez se mudaba más lejos y los ataques fueron disminuyendo hasta que después de dos años más o menos finalmente cesaron por completo”. Fue entonces que por fin Doris vivió con tranquilidad hasta que el cáncer la condujo a la muerte un 25 de julio de 2006.

FRAGMENTOS DE UNA ENTREVISTA A BRIAN HARRIS, HIJO INTERMEDIO DE LOS TRES HIJOS VARONES DE DORIS BITHER

 Sobre los ataques que todos sufrían:
“Todos experimentamos algún tipo de ataque. Empujones, mordiscos y arañazos. Había alrededor de cuatro entidades en la casa y estas se daban a conocer apareciendo todo el tiempo. Pienso que hacer eso les debía requerir un montón de energía”
Sobre la apariencia de El Ente:
“Sí, como una silueta pero sin claridad. Translúcida y nublada. Era como una escultura, como un cuerpo cincelado. No era una figura completa pero a veces podíamos ver ciertos rasgos.”
Sobre las violaciones:
“Lo de las violaciones era completamente real. Mi habitación estaba justo al lado de la de mi madre. Yo escuchaba cuando sucedían los ataques. Cosas siendo arrojadas, ella gritando. Luego ella salía de su cuarto y tenía todos esos moretones en sus piernas, en sus muslos internos, justo como en la película.”
Sobre las veces que el equipo de investigación los visitaba:
“Odiaba cuando se presentaba el equipo, porque sabía que, tan pronto como se fueran, ellos se enojarían tanto que la casa cobraría vida. Era como si los fantasmas estuviesen molestos de que se fueran, como si estuviesen lanzando una rabieta, un berrinche. Entonces las cosas empezaban a volar y nosotros a ser atacados …[…]…¡Era como si la casa cobrase vida! Cosas volando, ollas y sartenes.”

“El Ente”, la versión cinematográfica manipulada

Según los investigadores presentes nunca se intentó capturar la entidad por sobre enfriamiento con helio líquido en un laboratorio controlado. Sin embargo, lo que observaron más de 50 testigos entre el 22 de agosto y el 31 de octubre de 1974 fue mucho más increíble y asombroso de lo que se mostraba en la gran pantalla. El guion original fue rescrito para convertirse en un mero espectáculo y ocultar la realidad de todo lo que ocurrió.

Como curiosidad, el hijo adolescente en la vida real de Doris Bither sufrió un ataque mientras trataba de proteger a su madre, pero fue golpeado rompiéndole el brazo. El actor David Labiosa, que representaba al hijo adolescente de Doris, durante el rodaje de la escena en la que la entidad le rompe su brazo, sufrió un extraño accidente rompiéndole el brazo y teniendo la misma lesión que el hijo de Doris. Esto no se supo hasta años mas tarde y no se utilizó para promocionar la película.

Título     El ente
Ficha técnica
Dirección       Sidney J. Furie
Producción     Harold Schneider
Guion             Frank De Felitta
Basada en     El ente, novela de Frank De Felitta