lunes, 20 de enero de 2014

Ciudad Real desde el Camino Carrion, Siglo XVIII
Continuamos con la última parte de mi conjunto de artículos sobre la Ciudad Real insólita. Como veis he tenido que corregir la cabecera. Ciudad Real no tenía 30 Torres, si no 130, y de todos ellos solo nos ha quedado una.

Para finalizar este paseo, los ochos dragones de Santiago, el tribunal del santo oficio, las cuevas, la posada del sol y un extraño ritual de brujería. Y hasta aquí llegan mis archivos sobre la capital. Os aseguro que hay más cosas que contar de esta insólita provincia donde "nunca pasa nada", sobre todo si nos encaminamos hacia pueblos y villas, pero no quiero volverme monotemático. Pero os dejo unas "postdata" Alarcos, el castillo de Carrión, el de Calatrava y sus psicofonías, Almagro, Daimiel, el cristo sangrante de Miguelturra, la enigmática villa de Ballesteros, etc.

La iglesia de Santiago apóstol

Preciosa iglesia del románico rural tardío o Tardorrománico, está enclava en el barrio del Perchel de Ciudad Real, en la antigua Judería, de ella parte el Camino Manchego que lleva hasta Santiago de Compostela. Por 2 caminos se sale de Ciudad Real, uno desde ésta iglesia, por la calle Altagracia hasta la Puerta de Toledo y de allí la carretera N-401 hasta Peralbillo. Otro camino va desde ésta iglesia por la calle Calatrava hasta el Camino de Moledores y de ahí a Peralbillo. Es Monumento Nacional desde el año 1982.

Primitiva Torre de Vigilancia, ésta iglesia románica de finales del siglo XIII, de planta de cruz latina,  es la más antigua que se conserva en Ciudad Real. En su interior, verdadero tesoro del románico tardío rural, podemos encontrar en su nave central un impresionante artesonado mudéjar del siglo XIV con lacerías y estrellas octogonales mandada construir pro el Maestre de Calatrava Don Pedro Muñiz de Godoy, al final del cual en el ábside central, situado encima del altar mayor está un magnifico fresco románico con ocho Dragones. 

Aunque aún no se sabe que pueden simbolizar estos dragones, ni porque se pintaron ahí, puesto que para la religión cristiana, el dragón simboliza el mal. El autor de este blog se atreve a especular pensando que quizás están en lugar que deben estar. Después de todo, Santiago es el patrón de los Alquimistas, y el dragón para estos, simbolizaba la sabiduría. ¿Quién sabe? Quizás algún día descubramos, que la famosa piedra de Nicolás Flamel pasó por la ciudad.


Una de las lapidas
En una capilla lateral, la del Cristo de la Caridad el escudo de la Orden de Santiago del siglo XVI. Cabe destacar un mural gótico en la nave de la Epístola con una escena de la pasión de Cristo, así como diversos capiteles con demonios y figuras peregrinos y conchas de Santiago en las naves laterales.

También la misteriosa figura de un hombre con cabeza de demonio en Ménsula.

En 1985 durante unas obras apareció su antiguo cementerio medieval con lápidas judías reutilzadas, de Ballesteros de Calatrava y de la Santa Hermandad  y de Calatravos con ellos llegaron a llenarse 2 contenedores de huesos humanos.  

El tribunal del santo oficio

En el año 1483 se estableció en Ciudad Real un Tribunal del Santo Oficio, más conocido por La Inquisición, cuyos primeros jueces fueron el Licenciado Pedro Díaz de   Costana, Canónigo de Burgos, y D. Francisco Sánchez de la Fuente, con Secretarios, Notarios, Fiscal, Comisarios, Alguacil Mayor y ministros subalternos.

Estuvo dos años y formó algunos procesos, resultando las Condenas por Delitos de Reconciliación y el Indulto de 183 Apóstatas, la mayoría judíos convertidos al cristianismo, que en secreto practicaban el judaísmo.

El Auto más solemne, el Auto de Fe, fué celebrado en la Plaza Mayor el día 16 de Marzo de 1485, y tan escaso era el número de causas, que se creyó necesario trasladar a Toledo dicho Tribunal del Santo Oficio en Mayo de ese mismo año. Desde entonces y hasta la Abolición del Santo Oficio en el año 1834, el Tribunal operaría desde Toledo por denuncias desde Ciudad Real.

En total se celebraron en Ciudad Real 11 Autos de Fe.

Casa del Inquisidor, en la calle Libertad
Los datos que se conservan en los Archivos Históricos dan una cifra de 44   personas condenadas a ser quemadas en la hoguera durante el año 1484, 22 en Efigie; 370 a Penitencia durante los años 1483 y 1485.

El Tribunal tuvo su sede en 2 edificios en la actual calle Libertad de Ciudad Real,  nombre que viene de la Abolición del Santo Oficio en el año 1834, aunque el último caso fue en 1820, uno en la esquina de las calles Libertad y Alcántara.

Casa del Inquisidor, en la calle Libertad de Ciudad Real y que llegó hasta el año 1990, en que fue comprado por un constructor local y el otro en las esquinas de las calles Libertad y Lirío, donde en la construcción de un edificio en el año 1985 aparecieron artefactos y huesos humános en los sótanos del antiguo edificio del Santo Oficio en Ciudad Real.

Extracto de la lista de condenados por la inquisición en Ciudad Real
Del Libro Quemados y Relajados de Ciudad Real:

1. Antonio Martínez, tartamudo, quemado, el XV de marzo de 1485.
2, 3. Antonio Gómez Barquillo e Inés Sánchez su mujer, quemados en el dicho día del 15 de marzo de 1485.
4. Antonio de Fez, quemado.
5. Ana Díaz, mujer de Luis Hernández, Relajada.
6, 7. Antón Falcón el viejo y Beatríz su mujer, quemados el XV de marzo de 1485.
8, 9. Antonio González Franco y María González su mujer, quemados, el XV de marzo de 1485.
10. Álvaro de Madrid, quemado el XV de marzo de 1485.
11. Antón Ruiz de las dos puertas, quemado el XV de marzo de 1485.
12, 13. Alonso García de los olivos y Catalina su mujer, quemados el XV de marzo de 1485.
14, 15. Alonso Alegre y Elvira su mujer, quemados el XXIII de febrero de 1484.
16. Álvaro Calcetero, quemado el XV de marzo de 1485.
17. Antonio González de Frexinal,  quemado  el XV de marzo de 1485.
18. Abencerraje Fixinix; quemado  el XV de marzo de 1485.
19. Alonso Axir, quemado el XXIII de julio de 1486.
20. Antón de los olivos, quemado el XV de marzo de 1485.
21. Aparicio de Lizana, guantero, Relajado el VII de enero de 1505.
22. Álvar García, Cambiador,  quemado el XV de marzo de 1485.
23. Antón Falcón, quemado.
24. Antonio de Herrera, quemado.
25. Antón de Valverde, quemado.
26. Antonio de Mérida, quemado.
27. Alonso Axir, quemado.
28. Alonso Díaz Caballero,  quemado.
29. Alonso Sánchez, mercader, quemado el VII de septiembre de 1513.
30. Alonso de Córdoba, hijo de Juan Martínez de Córdoba, Relajado el 24 de mayo de 1490.
31. Álvaro de Bonilla, quemado el XV de marzo de 1485.
32. Álvaro de Belmonte, quemado el XXIII de febrero de 1484.
33. Alvaro Lencero.
34. Alonso González Montes.
35. Aldonza González su mujer.
36. Abudarme Baer, quemado.


La red de galerías subterráneas
Barrio de Vicente Galiana
En 1947 un albañil descubrió por casualidad el Fonsario Judío en las obras de cimentación del Barrio de  Vicente Galiana, descubrió una red de estancias subterránes con anaqueles llenos de vasijas de colores rojo y azul llenas de ceniza.

La red de galerías subterráneas de Ciudad Real, conocida popularmente como las “Cuevas”, consiste en un entramado de cuevas naturales, galerías y pasadizos excavados estos últimos por el hombre aprovechando muchas veces el propio terreno Cárstico y volcánico de nuestro subsuelo.

Su origen e historia no nos han llegado. Muchas son las hipótesis, Templarios, no hay que olvidar quiénes eran los fundadores de la Orden de Calatrava, Judíos escondiendo sus pertenencias tras los disturbios y saqueos antisemitas del siglo XIV, el Santo Oficio y sus tribunales secretos, o simples comerciantes defraudadores. Sobre los Templarios no hay pruebas, pese a que se haya especulado con quién era el Don Gil que era el Señor de la Aldea que existía antes de Ciudad Real y a que en la ermita de Santa María ahora Catedral, haya posibles símbolos en la puerta del Perdón.

De los Judíos, estos eran una comunidad cerrada y no muy rica en Ciudad Real, no es muy posible que hicieran esa red de galerías, además no hay noticias de que se haya encontrado ninguna en la antigua Judería de Ciudad Real.

Lo del Santo Oficio ofrece algún viso de verosimilitud, pues algunas galerías, como la hallada en el año 2003 en la calle Alcántara podría conducir a la casa del Inquisidor que se hallaba algo más debajo de dicha calle en la esquina de esa con la calle Libertad.

La verdad es que se puede decir que no hay una familia de Ciudad Real que no haya visto u oído hablar de alguna Galería; algunos casos son verdaderamente llamativos, como el de aquél hombre que en 1947 durante las obras de la Barriada Vicente Galiana, pasó a través de varias galerías, algunas con puertas y escalones, desde la calle Libertad hasta la Plaza de las Terreras, de donde salió a través de las alcantarillas.

Es conocida también para los habitantes del barrio de la Morería la red de Cuevas algunas con varias estancias y escaleras de acceso en la piedra que había en las calles de En medio, Lentejuela y Jara, entre otras. O las Galerías y Pasadizos que había en las calles Lirio y Refugio, ésta última llamada así desde la guerra civil por usarse la Galería para refugio antiaéreo por los bombardeos, ya que la calle se llamaba Concepción Arenal; dicho refugio existió hasta finales de los años 80.
Otra muy extendida y que quizás se pueda verificar es la que dice que el Alcázar se comunicaba por un subterráneo con un bosque cercano a Ciudad Real que iba desde el actual Parque de Gasset hasta el Barrio de los Ángeles que era el camino de Miguelturra y desde allí a las cercanías del cerro de Alarcos; un pastor buscando a su perro en los años 50 del siglo pasado, en las cercanías del cerro de Alarcos, encontró una cueva y al pasar siguiendo al perro halló una red de galerías cuadradas con armas y atalajes de caballerías ya muy oxidados y llenos de polvo. Algo habrá cuando a finales del siglo XIX el obispo Hervás y Buendía en su crónica de Ciudad Real decía haber encontrado una cueva similar en las cercanías de dicho cerro.

130 Torres y 7 puertas

Maqueta de Ciudad Real en el Año 1850
A la Fundación de Ciudad Real en febrero de 1255 el Rey de Castilla y León Alfonso X tuvo la idea de rodearla con una Cerca ovalada,partes de la cual se hicieron con piedra y partes con tapial, de grosor amplio, más de dos metros y unas dimensiones de 2 km. de largo por 1 km. de ancho.

La Cerca de Ciudad Real fue levantada con bastante dificultad  por los materiales y lentitud por la mano de obra,  así en 1297 aún no se había terminado.   

Restos de la murralla en la actualidad
Esta Cerca, no tuvo carácter defensivo,  pues no era Ciudad Real una plaza fuerte amurallada, si no que era un elemento claro de separación del núcleo urbano de Realengo frente al entorno rural de las Órdenes Militares y sus señoríos. Aunque, hay que precisar que también tuvo algún carácter defensivo pues en la Cerca se construyeron 130 torres.

Ciudad Real tuvo Siete puertas en su Cerca: las de Toledo, la de Calatrava, abierta en una amplia torre de protección que la contenía, y cuya abertura se trasladó luego a un lado de la mencionada torre, de La Mata -guarnecida por dos torres-, la de Granada, cercana al Alcázar Real de Alfonso X y la de Alarcos, reforzada por cuatro torreones, dos de ellos en el interior. 

Puerta Ciruela
Al mismo tiempo también había otras puertas o portalones, de menor importancia, con un carácter distinto al de las Puertas de Portazgo o de entrada: que eran las de Ciruela, el Carmen o la de Santa María, las cuales facilitaban el tránsito de hombres y caballerías con las aldeas y términos de la ciudad. 

Este cinturón de piedra, con las correspondientes puertas, delimitaba un espacio urbano que estaba articulado con unos ejes viarios, formado por las calles principales de la ciudad. El trazado de las principales calles se realizó usando  buena parte los caminos que atravesaban el  antiguo Pozuelo de Don Gil, quedando una estructura urbana de tipo radial

Puerta del Carmen
Hasta el año 1600 solo se podía acceder a Ciudad Real por las Puertas de Toledo y de Alarcos, así como por el Portillo de Santa María. El recinto de la Cerca, fue restaurado por primera vez en el año 1489 y por última vez en el siglo XVIII.

En el año 1767 se derriba el primer tramo de la Cerca, para acceder al Hospital de las Carmelitas.

Desde mediados del siglo XIX, en los años 1853, 1860 y 1862  se desmonta entre las Puertas de La Mata y de Toledo, para usar las piedras en nuevos edificios tales como el Casino, la Plaza de Toros o el rellenado de las lagunas Terreros, como el caso de las puertas de Calatrava y La Mata. A finales del siglo XIX el Ministerio de Hacienda pone en venta varios sectores de las murallas.




En el año 1882 el Obispado de Ciudad Real solicita piedras de la Cerca para construir el Nuevo Seminario en la calle Alarcos.

Recreacion de la puerta de Toledo
 El último tramo en ser derribado lo fue en los años 60 del siglo XX, el tramo entre la Puerta de Toledo y el antiguo Cuartel de artillería. De toda la Cerca y sus puertas sólo se ha  conservado la Puerta de Toledo y un lienzo de muralla de unos 40 metros con una torre, en el sur dela Cerca entre las puertas de la Mata y de Granada

Recreacion de como debieron ser las puertas de la ciudad
La posada del Sol, desde el siglo XVIII en la plaza mayor.

Es una Posada de Postas del siglo XVIII, la única que queda en Ciudad Real de las dos que hubo en la Plaza Mayor. Formó parte de la Red de Caminos Reales de Postas, en concreto al Camino Real de Madrid a Sevilla.

Aparece en el Catastro del Marqués de la Ensenada de 1751, en el Libro  Secular de Familias H-616, página 64, que está depositado en el Archivo Histórico Provincial de Ciudad Real.

Es el único edificio existente de la reforma de la Plaza Mayor del siglo XVIII.

Un ritual de brujería en las "terreras".

En enero de 1985 durante unas obras de restauración en el Monasterio de las Concepcionistas de Ciudad Real, conocido como “Las Terreras”, apareció en un muro un recipiente conteniendo los instrumentos de un Ritual de Brujería del año 1706 para que un hombre llamado Manuel volviera junto a una mujer.

Tenía un cuchillo ensangrentado y varios folios con Conjuros destinados a Santa Marta, escritos en sangre del flujo menstrual, el texto decía: “Devolvedme a Manuel”.

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