jueves, 26 de junio de 2014


En la orilla de uno de los dos Lagos de los Amantes (uno de agua dulce y otro de agua salada), ubicado en la falda del monte Baigong y a 40 kilómetros al sudoeste de la ciudad de Delingha, China, se levanta una pirámide de unos 50 metros de altura, conectada mediante varios tubos metálicos al lago salado.

En la parte frontal de la pirámide, hay tres cuevas con entradas de forma triangular. De las tres entradas, la del medio es la más grande y la única accesible, puesto que las dos de los laterales, los huecos de entrada son mas pequeños y están derrumbados. La cueva central tiene aproximadamente seis metros de profundidad y dentro de ella hay un tubo de aproximadamente 40 centímetros de diámetro que se adentra en el interior de la pirámide, siendo visible únicamente la parte superior de este.

La mayor parte de la información que se puede encontrar en Internet sobre las tuberías de Baigong provienen de un artículo de 2002 de la Agencia de Noticias Xinhua, hablando de los preparativos de un equipo de científicos a punto de embarcarse en esta área remota para estudiar las tuberías. Éstas son un ejemplo de  OOPART “artefactos fuera de lugar”, objetos modernos descubierto en un entorno antiguo.  Las tuberías de Baigong se describen como un sofisticado sistema de tubos metálicos, enterrados en capas geológicas antiguas, de tal manera que se descarta la posibilidad de que puedan ser de reciente construcción. La mayoría de los relatos describen un saliente en forma de pirámide en la montaña, que contiene la cueva donde se encuentran los tubos metálicos. A 80 metros de la boca de esta cueva, hay un lago de sal (adyacente a otro de agua dulce).

Si te pones a buscar el monte Baigong en Google Maps no lo encontrarás. La zona es en gran parte plana y las montañas más cercanas están a 20 o 30 kilómetros de distancia. El más meridional de los dos lagos, Toson Hu o Lago Toson, tiene algunos acantilados bajos a lo largo de sus lados sur y oeste. En uno de estos acantilados, de unos 50 o 60 metros de altura, el autor Bai Yu describió la existencia de una pequeña cueva en el libro Hacia el Qaidam.

Bai viajó a la zona en 1996 y describió la cueva como de unos 6 metros de profundidad y con forma triangular. Había otras dos cuevas similares más que se habían derrumbado, por lo que no se podía acceder a ellas. Había unos tubos de unos 40 cm de diámetro que sobresalían del piso de la cueva y se introducía de nuevo dentro de sus muros. En el exterior de la cueva se apreciaban más tubos en lo que era la pared cónica de la colina (seguramente re refería a la pared del acantilado). Tomó una muestra de uno de los tubos y la mandó a analizar.

El resultado muestra que los tubos están compuestos de un 30 % de óxido de hierro, un alto porcentaje de dióxido de silicio así como de óxido de calcio. Pero lo más curioso de este analisis realizado a los tubos, es que el 8% del contenido no podía ser identificado, es decir, el tubo está compuesto de un material que no existe en la Tierra.

El que los tubos contengan gran catidad de dióxido de silicio y óxido de calcio es el resultado de una larga interacción entre el hierro y la arena de la orilla del lago, con lo que se deduce que los tubos deben ser muy antiguos, dijo Liu Shaolin, el ingeniero que realizó el análisis. Liu Shaolin dató la edad de los tubos en unos 5.000 años de antigüedad, algo excepcional si, como sabemos, el hombre empezó a trabajar con aleaciones de metal tan sólo hace 2.000 años.

El resultado de los análisis, el hecho de que el entorno sea inhóspito y desierto, no halla industria moderna en todo el área y que las únicas personas que pasan por la zona sean unos pastores migratorios del norte de las montañas, hacen este descubrimiento aun más misterioso.

El área de la pirámide está situada a 2.200 metros de altitud, con un aire fino y transparente, ideal para la astronomía. De hecho, la Academia de Ciencias de China construyó el Observatorio de la Montaña Púrpura a menos de 70 kilómetros de la zona.

Proximamente se realizará una nueva expedición a la zona para estudiar los restos más en profundidad, y que estará compuesta por un equipo de diez expertos, diez periodistas, y un equipo de rodaje de CCTV (televisión del gobierno chino).

No lejos del pie del Monte Baigong se asienta el Lago Toson, sobre cuyas playas también aparecen muchos más extraños tubos de hierro y de gran variedad de diámetros, siendo el más delgado, del diámetro de un mondadientes. Muchos tubos están en el lago en sí, sobresaliendo unos por encima de la superficie de agua, y otros enterrados bajo el lecho del lago.

 
¿Qué explicación tienen estos tubos?

Tres años antes de que Bai Yu se acercase a la cueva en el lago Toson, los investigadores Mossa y Schumacher escribieron en la revista  Journal of Sedimentary Research sobre el molde fósil de árbol en Louisiana. Estos investigadores encontraron estructuras cilíndricas en el suelo, cuya termoluminiscencia lo dató con una antigüedad de 75 a 95.000 años. La composición química de los cilindros varía dependiendo de dónde y cuándo se formaron y en qué tipo de suelo. Los autores encontraron que estos eran los fósiles de raíces de árboles, formados por pedogénesis (el proceso por el cual se crea suelo) y diagénesis (la litificación de suelo en la roca a través de la compactación). El resultado de este proceso fue la creación de estructuras metálicas con forma de tubo, que mediante la comparación de las descripciones ofrecidas por los investigadores, parecen ser una explicación perfecta para la tubería Baigong.

Según se explica en un artículo de Xinmin semanal, conclusiones similares de científicos que estudian los tubos de Baigong tenían que ser anunciadas, en 2008, las cuales aún seguimos aguardando.